sábado, 2 de abril de 2016

SE DEBE CONTROLAR LA DEUDA PARA NO PERJUDICAR LA FAMILIA

El espectáculo de imágenes animadas ofrecido por la gente que trabaja esforzadamente, tiene un
patrón establecido. Recién casados, la feliz pareja de jóvenes con elevado nivel de educación, se mudan a
vivir juntos, en uno de sus dos estrechos apartamentos alquilados. De inmediato, ellos se dan cuenta de
que están ahorrando dinero, ya que dos personas pueden vivir al bajo costo de una.
El problema es que el apartamento es estrecho. Entonces deciden ahorrar dinero para comprar la casa de sus sueños, y así poder tener hijos. Ahora, ellos tienen dos ingresos, y comienzan a enfocarse en sus carreras.


Sus ingresos comienzan a incrementarse.

Y a medida que los ingresos ascienden...

Sus gastos también aumentan…
Para la mayoría de las personas, el mayor egreso es por el pago de impuestos. Muchos piensan que
el más alto es el impuesto a las ganancias, pero para la mayoría de los estadounidenses, el impuesto o
contribución más alto es el de Seguridad Social. 
 Como empleado, da la sensación de que la tasa de contribución a Seguridad Social en combinación
con el aporte para Obras Sociales y/o Servicios de Salud, es de aproximadamente un 7,5 por ciento, pero
en realidad es del 15 por ciento, dado que el empleador debe igualar el monto de Seguridad Social. En
esencia, se trata de dinero que el empleador no puede pagarle a usted. Y además de eso, usted aún debe
pagar impuestos a las ganancias sobre el monto deducido de sus aportes a Seguridad Social, ingreso que
usted nunca recibe porque fue directamente a Seguridad Social, a modo de retenciones. 
De manera que sus obligaciones aumentan.
Esto se demuestra mejor volviendo a la joven pareja. Como resultado del incremento en sus ingresos,
ellos deciden salir a comprar la casa de sus sueños. Una vez instalados en su hogar, deben pagar un nuevo
impuesto, denominado impuesto a la propiedad. Es entonces cuando compran un nuevo automóvil, muebles
nuevos y electrodomésticos,  acordes a su nueva casa. Y de pronto, despiertan y descubren que la columna
de sus obligaciones está llena de deudas por hipoteca, prendas, y saldos deudores de tarjetas de crédito.
Ahora, ellos están atrapados en la carrera de ratas. Llega un niño.


Trabajan más. El proceso se repite. Más dinero, impuestos más altos, también denominado cambio
de categoría impositiva. Una tarjeta de crédito llega por correo. Ellos la ponen en uso. Pierden el control.
Una entidad crediticia los contacta, diciendo que su "inversión" mayor, su casa, tiene un valor considerable.
La compañía les ofrece un préstamo para "consolidación de deudas", dado que sus referencias de crédito
son tan buenas; y les sugieren que lo más inteligente que pueden hacer es reducir el alto interés pagado por
concepto de consumos, cancelando los saldos totales de sus tarjetas de crédito. Y además, los intereses
sobre el valor de su casa, son deducibles de impuestos. Ellos aceptan, y cancelan esos altos intereses de
las tarjetas de crédito. Exhalan un suspiro de alivio. Sus tarjetas de crédito han sido saldadas por completo.
Ahora, ellos han incluido su deuda por consumos dentro del préstamo hipotecario de su casa. Sus pagos
mensuales se reducen al distribuir el total de su deuda a 30 años. Eso era lo más inteligente que se podía
hacer.


Sus vecinos llaman para invitarlos a ir de compras a un centro comercial, porque hay una liquidación
por algún festejo importante. Es una oportunidad de ahorrar algunos pesos. Ellos se dicen a si mismos, "no
compraremos nada; sólo iremos a ver...". Pero por las dudas encuentren algo, deslizan una tarjeta de crédito
"limpia" en su cartera.

Vuelvo a encontrarme con esta joven pareja todo el tiempo. Sus nombres cambian, pero el dilema financiero es iempre el mismo. Vienen a alguna de mis charlas a escuchar o que engo para decir. Me preguntan, "¿Puede decirnos cómo ganar más dinero?" Sus hábitos de consumo provocan su búsqueda de mayores
ingresos.

Ellos ni siquiera sospechan que el problema es realmente la forma en que eligen gastar el dinero que
poseen, y que esa es la causa de su inestabilidad económica. Todo esto es causado por la ignorancia de
los principios financieros, y por desconocer la diferencia entre una inversión o activo, y una obligación o
pasivo.
Un mayor flujo de dinero casi nunca resuelve los problemas de una persona con el dinero. Hay un dicho que un amigo mío repite una y otra vez a las personas endeudadas...

"Si te encuentras dentro de un agujero... cesa de cavar."



 Libro: Padre Rcio, Padre Pobre





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