miércoles, 16 de marzo de 2016

SENTIR QUE LA VICTORIA ES NUESTRA

La historia dice que mientras subía al ring, Muhammad Ali se repetía a sí mismo:
“Soy el mejor, soy el campeón…” “Soy el mejor, soy el campeón…”
El no subía diciendo ´ojalá me vaya bien´, ´voy a tratar de ganar.´ No, nada de eso. Su filosofía era ganar o ganar.

Ya cuando estaba en el cuadrilátero miraba a su oponente y le decía: “tú tienes el cinturón, pero yo soy el campeón.”
Y esa era su mentalidad: ganar antes de pelear y en realidad solo subir al ring para recoger el título. Muhammad ganaba las peleas, incluso, antes de entrenar.

¿Cuál es el secreto?- le preguntaron
Y él contestó: “Los campeones no se hacen en gimnasios. Están hechos de algo inmaterial que está muy dentro de ellos. Es un sueño, un deseo, una visión.”

Ayer en la noche estaba leyendo a Napoleón Hill, y el maestro dice que “el filo ganador de la vida se encuentra en la INTENSIDAD DEL DESEO, porque eso es lo que hará que usted haga las cosas, aun cuando duela…aun cuando queme”.
Eso es bastante claro: Si su deseo no es poderoso, su esfuerzo no será poderoso. Usted no puede ser más fuerte que su deseo, no puede llegar más allá de su promesa personal, no puede ir más allá de su visión.



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