Si las personas no le entienden, eso está bien. Si algunos se ofenden
porque usted no encaja en sus moldes, no se preocupe por eso. Si pierde
algún amigo porque no permitió que esa persona le controlase, entonces
de todos modos no le necesitaba, porque esa persona no era un verdadero
amigo. Si las personas hablan sobre usted, siendo celosas, críticas,
intentando hacer que usted se vea mal, no permita que eso le cambie.
Usted no necesita la aprobación de los demás cuando tiene la aprobación
de Dios.
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